domingo, 26 de noviembre de 2017

Las Memorias de Vegeta (Entrada 113)

18 de Septiembre 791

Tras unos pocos minutos las voces de las tres deidades se acallaron y el silencio solo era interrumpido por el estruendo de la batalla frente a nosotros; Kakarotto no dijo una sola palabra y yo estaba esperando igual completamente en silencio a que Dende me contactara nuevamente.

-          Vegeta… Vegeta, me escucha, ya tenemos las esferas del dragón – dijo la reverberante voz de Dende directamente dentro de mi cabeza.
-          ¿Eres tu Dende? – me sorprendió su respuesta tan rápida, más aún que hubiese reunido las esferas tan pronto, tan solo se me podía ocurrir que quizás ya estaban todas juntas en un solo lugar – quiero que invoques a Porunga de Namekusei de inmediato… por favor – en estos momentos pensé que un poco de cortesía a cambio de su eficacia no estaba de más.
-          ¿Eh? Pe, pero – musito Kakarotto a mis espaldas.
-          Quiero pedirle dos deseos, el primero es que quiero que la tierra sea reconstruida, y el segundo deseo… - me tome un segundo para organizar mis palabras, sabía lo que quería, pero todo tenía que ser perfecto – quiero que revivan a toda la gente que fue asesinada desde el día del torneo de las artes marciales, a excepción de los malos, ¡No hay tiempo que perder! Son solo esos dos deseos.
-          ¿Quiere que pida esos deseos en este momento Sr. Vegeta? – pregunto Dende.
-          ¡Así es! ¡Pídelos ya!
-          Pe, pero es que si los pido.
-          Dende, parece ser que Vegeta tiene algo en mente, hazle caso, ¿podrías pedir esos deseos por favor? – pidió Kakarotto apoyándome.
-          Si, como ustedes digan… y ¿Cuál será el tercer deseo?
-          Yo solo quiero que cumplas con esos dos deseos, ¡haz lo que quieras!
-          Vegeta… - dijo Kakarotto acercándose a mí – ¿no crees que es más fácil pedir que se reviva a todos los que fueron asesinados por Majin Boo?... si lo dices de otra manera confundirás a Porunga.
-          ¡Bah! No seas estúpido Si dices eso Dabura y el tonto de Babidi también regresarían a la vida, solo complicaríamos más las cosas… Además  así las personas que mate en el torneo de las artes marciales no podrían revivir jamás.
-          Vaya, me doy cuenta de que estás pensando en todas las consecuencias Vegeta.
-          … por supuesto que lo hacía, las vidas de los humanos que mate no me importaban, pero aquel hombre murió peleando con Majin Boo, el, yo seguía muerto, y si Bulma iba a revivir no quería que esa fuera su última impresión de mí.
-          ¡Ah! ¡Pero eso no se puede hacer Sr. Vegeta! – advirtió Dende - ¡Estas esferas del Dragón solo pueden revivir a una persona a la vez!
-          ¡¿Qué?! ¿Qué fue lo que dijiste? – mis planes empezaban a desmoronarse, ¿Cómo pude olvidar algo tan importante?
-          ¡Es cierto! – reafirmo Kakarotto - ¡Dende tiene razón Vegeta!
-          ¡Sr. Vegeta! ¡Parece que no habrá ningún problema! – anuncio Dende con emoción - ¡El patriarca le dio más poder a las esferas y ahora pueden revivir a cuantas personas sea!
-          - No pude evitar suspirar levemente con alivio – muy bien ¡Que comiencen de una vez!

Durante los angustiosos minutos en lo que esperábamos a que Dende pidiera los deseos, la pelea entre los Majin Boo continuaba, segundo a segundo las cosas se ponían mucho peor para el Majin Boo gordo, mientras Mr. Satán y su cachorro hacían todo lo que podían para distraer al Majin Boo niño, este se limitaba a ignorarlos o a quitárselos de encima como quien abanica en el aire para espantar un par de moscas molestas.
 
-          ¿Ya viste Kakarotto? Se está poniendo mucho peor.
-          ¡Sí!
-          Los poderes del Majin Boo gordo están disminuyendo… si es una pelea entre Boos, reciben gran daño – señale- ¡Ugh! ¡¿Todavía no Dende?! ¡¿Aun no puedes cumplir los deseos?! – clame al cielo por la respuesta del Joven Namekuseijin.
-          ¡Porunga ha resucitado a todas las personas que viven en la tierra! ¡Ya está listo Sr. Vegeta!
-          ¡Ya veo! – Respondí con alegría.
-          ¿Vegeta, que es lo que planeas hacer ahora? Di… ¡Vegeta! ¡La aureola que tenías en la cabeza ha desaparecido! – Exclamo con absoluta sorpresa Kakarotto señalando por encima de mí.
-          ¿Eh? – solo entonces me di cuenta, de repente todas mis heridas habían sanado, mis sentidos habían vuelto a la normalidad y toda la fatiga de la batalla había abandonado mi cuerpo - ¡oohhh!
-          ¡Aahh! ¡Cielos! Supongo que debes estar muy feliz, ¡eso quiere decir que ya no eres de los malos! – comento Kakarotto.
-          ¡¿Ahh?! ¡Grrhh! – desvié la mirada para no ver la cara de ese idiota, pero era cierto, una parte mía se alegraba de haber vuelto a la vida.
-          ¡Aja! ¡Ya entendí lo que quieres hacer! Pediste que revivieran a Gohan y a Gotenks para que nos ayudaran a pelear ¿no es así?
-          No, te equivocas – le contrarié… vamos a comenzar, será mejor que te prepares – le dije.
-          ¿Qué me prepare? ¿De qué hablas?
-          ¡Haremos la Genki Dama!
-          ¿Qué? ¿la Genki que?... ¡¿LA GENKI DAMA?!
-          ¡Eso dije imbécil!
-          ¡¿Entonces lo que tenías en mente todo este tiempo era la Genki Dama?!
-          Así es…
-          ¡Ya veo! ¡Que listo eres Vegeta! ¡Quizás podamos derrotar a Majin Boo con una Genki Dama!
-          … - No estaba interesado en su parloteo, me preocupaba que el Majin Boo gordo ya no pudiera aguantar más, por la paliza que estaba recibiendo hasta yo me hubiera compadecido de él.
-          Oye ¿de verdad crees que sea posible usar la Genki Dama, Vegeta? Mira aunque usemos la energía de la tierra no creo que se suficiente – comenzó a explicar.
-          Ya te lo dije, de vez en cuando hay que dejar que los terrícolas sean responsables de sus propias vidas, además no vas a reunir solo un poco de energía, quiero que hagas la Genki Dama más espectacular de toda la historia – le respondí sonriendo con confianza.
-          ¿Una súper Genki Dama?... – lo pensó por un momento y de repente sus dudas se despejaron y me sonrió de vuelta.
-          Señor Vegeta, Porunga está esperando a que pidamos el tercer deseo – Advirtió Dende desde Namekusei.
-          No me interesa ese deseo, hagan lo que quieran.
-          ¡No diga eso! Entonces ¿Qué se supone que hagamos nosotros?
-          ¡Ah es cierto! ¡Supremo Kaiou sama! ¿me estas escuchando?
-          ¡Sí! – Respondió el remedo de dios.
-          Necesito hablar con los terrícolas, ¡haz algo para que puedan escucharme!
-          ¡Ya veo! Se refiere a la magia que uso Babidi para hablar con los humanos.
-          ¡Yo no puedo hacerlo! – Replico el dios anciano.
-          ¡Lo siento parece que se niega a ayudarnos!­ – se disculpó lastimosamente Shin.
-          ¡Pero que estás diciendo!
-          ¡No te preocupes, yo me encargare de eso! – dijo una voz grave proveniente de algún lugar desconocido.
-          ¿Quién es?
-          ¡Esa voz! Creo que es de… ¡¿Eres tu Kaiou Sama?! – Pregunto Kakarotto con entusiasmo mirando al cielo.
-          ¡Exactamente Vegeta! ¡Fue una excelente idea que hayas pensado en la Genki Dama! ¡Te felicito muchacho! ¡Anda, no pierdas tiempo, habla y tú voz se escuchara por todo el universo!
-          ¡Nos ha salvado!... – me tome un momento para acomodar mis pensamientos y luego concentre mis pensamientos en aquel planeta azul recién reconstruido - ¡¿Me escuchan, seres del planeta tierra?!... Les hablo por medio de la telepatía, supongo que saben que la mayor parte de ustedes, fue asesinada por Majin Boo… Sin embargo, con la ayuda de un poder misterioso han regresado a la vida, la ciudades y sus casas han regresado a la normalidad, no crean que fue un sueño… en este momento nos encontramos en un lugar lejano, y un guerrero está luchando por todos ustedes… lamentablemente no todo está marchando como debería ser…
-          ¡Es Vegeta! ¿escucharon eso? ¡Es la voz de Vegeta! – en mi mente pude escuchar la voz de mi mujer aunada a los murmullos de todos los habitantes de la tierra, el oírla nuevamente hizo que me diera un vuelco el corazón y me arranco un sonrisa de alivio.
-          Los poderes que tiene Majin Boo son más impresionantes que los de Cell… es por eso que queremos pedirles ayuda… solo tienen que levantar sus manos hacia el cielo, reuniremos sus fuerzas para derrotar a Majin Boo… no se preocupen si creen que se agotaran, será como si hubieran corrido por un corto tiempo… ¡Por favor háganlo!
-         
-         
-          … - Por un momento todo quedo en silencio, me gire para ver a Kakarotto y me di cuenta de que a su lado estaba Mr. Satán, estaba sentado con una expresión muy confundida en el rostro – Muy bien Kakarotto, comienza de una vez, es tu turno.
-          ¡Sí! ¡Ja ja ja! ¡Eres muy listo Vegeta! ¡Me sorprendiste! – dijo al tiempo que se arrancó su despedazado Dougi naranja y luego se elevó en el aire para tomar altura y colocar las manos al aire para convocar la energía de los seres vivos - ¡Escúchenme todos, denme un poco de su energía! ¡la necesito!
-          ¡Ya veo, hará la Genki Dama! - Resonó la voz de Gohan.
-          ¡Como tú digas papa!­ – dijo mi hijo Trunks.
-          ¡Sí! – se le unió Goten.
-          ¡Ese maldito Vegeta, hasta parece otro! – se burló Piccoro.
-          ¡Uuuhhh! ¡aquí viene toda la energía! ¡es impresionante! – Exclamo Kakarotto sonriente mientras que diminutas partículas de luz se congregaban sobre de él formando una esfera brillante.
-          ¡Eso es! Necesitamos más energía ¡Levanten las manos! – ordene dirigiéndome al planeta tierra.
-          ¡Sí! Hare lo que tú me pides Vegeta – respondió Bulma y al instante se le unieron Milk, Krilin y todos los demás que seguro estaban con ella haciendo que la Genki Dama duplicara su tamaño de golpe.
-          ¡Estupendo! ¡ahora llego el Krillin, de Bulma y los demás! ¡Vegeta eres fantástico! ¡Eres genial! – me alabo Kakarotto volteando a verme desde arriba, (¡pse! Ya lo sabía).

De repente un estallido nos devolvió a todos a lo que estaba ocurriendo, una explosión de color rosado ilumino la superficie del planeta supremo con una onda de choque tan fuerte que por poco Kakarotto perdía la posición para la Genki Dama; mire con horror el origen de aquel estallido.

-          ¡Oh no! – exclame al ver que el lugar donde los dos Boo habían estado peleando ahora era un cráter humeante rodeado de escombros - ¡Maldición! ¡Estamos perdidos! ¡Nos tardamos demasiado, ya lo mato! –advertí refiriéndome al Majin Boo gordo.
-          ¡Mira! ¡Mira eso! – grito Mr. Satán señalando a donde se encontraba el Boo niño en el fondo del cráter.

Cuatro masas rosadas emergieron de la tierra rodeándolo y tras sacudirse n poco se transformaron en cuatro Majin Boo gordos que comenzaron a apalearlo por todos lados.

-          ¡Ah ja ja ja! ¡Boo aún no ha sido derrotado! – Vitoreo Mr. Satán.
-          ¡Vaya, ya me había asustado!
-          ¡Vegeta! – apenas me empezaba a tranquilizar cuando la voz alarmada de Kakarotto llamo mi nombre - ¡La Genki Dama ya o ha crecido! ¡No es suficiente para derrotar a Majin Boo! ¡Necesitas convencer a más gente!
-          Qué raro, se supone que ya debería estar terminada, ¿Qué habrá pasado? – me pregunte - ¡Ten pacienci…!
-          ¡¿Oíste eso?! ¡Tenemos que levantar las manos!
-          ¡¿Y para qué demonios vamos a hacer eso?!
-          ¡¿Quién demonios era?!
-          ¡Me pareció una voz muy extraña! – dijeron un montón de voces desde la tierra.
-          Pues yo no voy a obedecer esa voz ¿y tú?
-          No, yo no estoy loco como para levantar las manos.
-          Esa voz se oía muy desagradable.
-          ¡Mejor vámonos!
-          ¡Oye mama, tengo hambre!
-          ¡Ay perdón! Se nos hizo tarde, ¿quieren comer algo?
-          ¡No nos dejaremos engañar tan fácilmente!
-          ¡Nosotros nada que ver con esto!­ – más y más voces llegaban a mis oídos negándose a cooperar o dando evidencia de lo poco que les importaba nuestra situación.
-          ¡¿Qué?! ¡Tontos! – exclame sintiendo como mi enojo crecía - ¡¿Qué los estamos engañando?! – de coraje di un pisotón al suelo haciendo que se cuarteará - ¡¿Qué ustedes no tienen nada que ver en esto?! ¡Humanos estúpidos! ¡¡¿Hasta cuándo dejaran de decir tonterías?!! ¡Esta tierra las pertenece! ¡Ya me canse de sus pensamientos tontos!

Mientras yo vociferaba en contra de los humanos, al Mal Majin Boo gordo se le acaban las fuerzas.

-          ¡Boo ya no puede más! ¡Por lo que más quieras ayúdalo! – me suplico Mr. Satán sujetándose de mi pierna. – mire a Kakarotto, la Genki Dama seguía sin crecer… ya no iba a suplicar.
-          ¡Suéltame estorbo! – sacudí mi pierna quitándome de encima a esa sabandija y me prepare para ordenarle a gritos a la humanidad que obedeciera.
-          ¡Espera, no te desesperes Vegeta! – me detuvo la voz de Kaiou sama - ¿Acaso eres tonto? ¿Qué manera de pedir es esa? ¿porque no usas tu corazón para convencer a los terrícolas? ¡Esa es la única manera de salvar la tierra!
-          … - intentando serenarme respire profundamente con poco efecto en mi persona – pongan atención terrícolas… se los pediré una vez más…
-         
-          ¡¡A ver si ya no ponen tantas excusas!! ¡¡¡Levanten las manos!!! ¡¡¡¡YAAAAAA!!!!
-          ¡¿Qué es lo que estás haciendo Vegeta?! – pregunto Kakarotto - ¡solamente tengo reunida la energía de nuestros amigos! ¡¿Qué vamos a hacer?!
-          ¡Ya lo sé! Pero ninguna de estas sabandijas quiere escuchar lo que les digo ¡son unos tercos!...

El tiempo se agotaba, el Majin Boo gordo había pasado a ser un costal de golpeo para el Majin Boo niño, no tardaría mucho en matarlo, o peor, aburrirse de él.

-          ¡Oigan! ¡¿A caso quieren que Majin Boo los mate otra vez a todos?! ¡Deben cooperar! ¡NO SEAN TONTOS! ¡esto no es un sueño! ¡es real! ¡deberían ofrecer un poco de cooperación!

En mi mente podía escuchar las voces de los terrícolas siguiendo con sus inútiles vidas como si nada hubiese ocurrido; podía imaginarme sus estúpidas caras sonrientes mientras deambulaban por ahí sin importarles un comino que solo de milagro seguían respirando, cada fibra de mi ser quería hacerlos volar en pedazos por su insensatez… pero esto era más grande que yo, así que de nuevo me trague mi enojo y orgullo.

-          … ¡Por favor!... ¡por lo que más quieran!... ¡Levanten sus manos!... – sentí las lágrimas llenar mis ojos con mi frustración y comenzar a derramarse por mis mejillas; había dado mi vida, mi sangre y ahora mi orgullo para salvar el planeta que era ahora mi hogar - ¡por lo que más quieran!... ¡LEVANTENLAS!
-          Oye… siento curiosidad por levantar las manos… dijo una voz distante cautivada por mis suplicas.
-          ¡No lo hagas, puede ser peligroso!
-          ... – La Genki Dama creció un poco por un momento – ¡Es verdad! Al levantar las manos pierdes energía.
-          ¡Lo ves! Esta debe ser una trampa del diablo.
-          ¡Se siente horrible!
-          ¡No levanten las manos!
-          ¡Tonto, nadie se atrevería a levantar las manos!
-          ¡Seguramente deben ser amigos de ese mago llamado Babidi!
-          … ¡Tontos! – murmure, pero mi queja se vio interrumpida por un estruendo al resquebrajarse la tierra.

El Majin Boo gordo había sido incrustado en las rocas de un peñasco. Luego el Boo niño estiro su brazo para sacarlo de ahí y jalarlo hacia él; con una sonrisa sádica comenzó a golpear su abultado estómago, la cara del gordiflón mostraba autentico dolor, ya no podía responder, solo estaba ahí colgado por la antena mientras era golpeado sin piedad.

-          ¡Maldición! ¡el Majin Boo gordo está muriendo! –grite al ver la escena.
-          ¡Esto es terrible! ¡Ya sé que esto es un sueño pero esto es demasiado! – agrego con espanto Mr. Satán.

De pronto Majin Boo soltó el lánguido cuerpo del gordo, dejándolo caer al suelo, para luego descender a su lado; extendió una mano hacia él y formo una esfera de energía para darle el golpe de gracia.

-          ¡Lo va a matar! – dije.
-          ¡Ya no puedo seguir viendo esto! – Exclamo Mr. Satán antes de saltar de la roca conde estábamos parados, corrió hacia donde estaban los dos Boos y tomo una piedra en su camino para lanzársela al Boo niño. La piedra reboto en su cabeza como si hubiera chocado con una montaña, pero logro llamar su atención; la energía acumulada en su palma desapareció y se giró a mirarnos, pero luego vio por encima de nosotros… había visto a Kakarotto.
-          ¡Demonios ya se dio cuenta! – advertí.
-          ¡GYAAAAAHHHH! – grito con una expresión feroz en su rostro para después lanzarse contra Kakarotto.
-          ¡Kakarotto, tratare de detenerlo! ¡convence a los terrícolas de que te den más energía! – le grite antes de lanzarme a interceptar al Boo niño.

Me interpuse entre él y Kakarotto haciendo que se detuviese en medio del aire, al verme, Kakarotto me dijo que me detuviera, pero no había opción. Me puse en guardia y Majin Boo comenzó a burlarse de mi dejando su brazo derecho balancearse desde el codo, como si así me dijera que así de fácil podría golpearme… y lo hizo, un impacto súbito colapso mi abdomen sacándome el aire; el dolor su insoportable, más aun que antes, ¿acaso era porque ahora estaba vivo? Pero no tuve oportunidad de encontrar la respuesta, un segundo puñetazo al estómago me reitero lo real de mi dolor, no podía ni gritar por mi sufrimiento, mis pulmones no tenían aire ni siquiera para eso. Con mi cabeza agachado por el dolor en mi vientre Majin Boo aprovecho para sujetarme del cabello.

-          ¡Kakarotto! ¡Date prisa! – le dije girando la cabeza hacia ese idiota para verlo, mi voz apenas y salió de mi boca, y sin darme tregua, Majin Boo siguió golpeando mi estómago - ¡…ile, a los humanos!
-          ¡ESCUCHENME TODOS! ¡POR LO QUE MAS QUIERAN! ¡NECESITAMOS QUE NOS DEN SU ENERGIA! – Suplico Kakarotto a todo pulmón - ¡CREANME! ¡NECESITAMOS DE SU AYUDA! ¡DENME SU ENERGIA! ¡DENSE PRISA!
Majin Boo siguió golpeándome sin piedad mientras lo único que podía hacer era dejar que su golpes nos alejasen de Kakarotto, de pronto un puntapié de su parte me mando contra el suelo y Boo me siguió a donde caí solo para pisotearme en el pecho. Mi boca se llenó del sabor de mi sangre, pero justo en ese momento pude escuchar algunas voces, algunas familiares y otras desconocidas… Ten Shin Han, Suno y Octavio, Numero 17 y otros más que parecían haber reconocido la voz de Kakarotto al instante la Genki Dama creció un poco más, pero no era suficiente. Majin Boo también se percató y salió volando hacia ella, a solo unos metros de alcanzarle, logre ponerme en pie y dispararle por la espalda apoderándome nuevamente de su atención.

-          ¡Haaah! – caí de rodillas al suelo y mi sangre escurrió de mi boca salpicando el suelo - ¡aun no has podido vencerme!... ¡soy yo quien debería derrotarme! – le dije a Majin Boo - ¡soy un Príncipe!

Majin Boo sonrió con malicia y voló hacia mí, en un abrir y cerrar de ojos su rodilla golpeo en mi mejilla izquierda derribándome, pero logre sujetarle la pierna haciendo que ambos rodásemos por el suelo. Cuando nos detuvimos yo quede tumbado boca arriba y  Majin Boo encima de mí; por un momento no pareció entender lo que paso y luego me miro.

-          … ¡Sigo vivo imbécil! – le insulte sonriéndole desdeñosamente.
-          ¡Grhhh! – Majin Boo gruño con frustración y se sentó en mi pecho para inmovilizarme y comenzó a golpearme el rostro de un lado a otro.

Cada golpe hacia que mis mejillas ardieran más y más, pero solo podía pensar en que mientras el siguiera ocupado conmigo, Kakarotto podría tener una oportunidad de lograrlo.

-          ¡POR FAVOR! ¡DENME UN POCO DE SU ENERGIA! – A pesar de estar siendo arrojando de un lado a otro como un costal de papas con cada golpe, pude escuchar a Kakarotto implorar una vez más - ¡DENSE PRISA! ¡¿NO LES IMPORTA LO QUE PUEDA PASAR CON LA TIERRA!... ¡SON UNOS ESTUPIDOS! - ¡imposible! El mismo Kakarotto había perdido los estribos en su desesperación.
-          ¿Oíste eso? Nos dijo estúpidos.
-          Esa no es la forma de pedir las cosas.
-          Es mejor no hacerle caso.
-          ¿Qué tal si nunca existo lo de Majin Boo?
-          A lo mejor nos hipnotizaron para engañarnos, ¡es el colmo!­ – no podía culpar a Kakarotto, después de todo esas alimañas no merecían vivir… solo podía imaginar cuanta ira reprimida había dejado salir aquel hombre en ese pequeño insulto, ¿Cuánto dolor había soportado para protegerlos? ¿Cuántos huesos rotos? ¿Cuántas veces había derramado su sangre a manos de sus enemigos, incluido yo mismo para salvar sus vidas? Y todo sin siquiera pedir las gracias ni una sola vez.
-          ¡Escuchen ustedes! – ordeno la roca voz de Mr. Satán - ¡Más vale que reaccionen de una buena vez! ¡Cooperen! ¡Escuchen el favor que les pido! – su voz se oyó tan fuerte y decidida que aun en medio de mi dolor pude escucharla clara mente.
-          ¡Es Mr. Satán!
-          ¡Es la voz de Mr. Satán!
-          ¡Tiene que ser el!
-          ¡Solo él puede salvarlos de Majin Boo! – las voces de la tierra se hicieron escuchar con un notable cambio de actitud.
-          ¡Así es! – afirmo Mr. Satán haciendo una “V” de victoria como si pudiesen verlo – No quería decir nada, pero ni hablar, ya me descubrieron, el motivo por el cual les estamos hablando es porque necesito su fuerza para derrotar a Majin Boo de una buena vez.

Sin entender lo que pasaba tanto Boo como yo no quedamos viendo a Mr. Satán confundidos, y aprovechando esos breves segundos recupere el aliento lo suficiente para atacar a mi oponente. Habiendo iniciado yo el ataque ahora podía controlar el flujo de la pelea, lo que me permitió pelear a mis anchas.

-          Satán… - poco a poco la gente de la tierra se unió en un coro.
-          ¡Satán! – En segundos, decenas se convirtieron en cientos y los cientos en miles.
-          ¡¡Satán!! – Millones de voces llamaron el nombre de su “héroe”
-          ¡¡¡SATAN!!! – las voces de los terrícolas se volvieron una sola en apoyo al guerrero que se suponía acabaría con Majin Boo.
-          ¡SI! ¡La energía está llegando!

Con visión borrosa pude ver a Kakarotto sosteniendo en sus manos la esfera de energía que empezaba a crecer y a brillar más que antes. Ante esta visión me importo muy poco cuando Boo me lanzo contra el suelo como un muñeco de trapo; justo cuando aquel demonio decidió aniquilarme, en medio de los vitoreos, la energía llego de golpe y la Genki Dama se expandió masivamente bañando a Kakarotto con su luz. Viendo el colosal tamaño de la esfera de energía, la cara de Majin Boo se llenó de horror.

-          ¡VEGETA! ¡Aléjate lo más que puedas! ¡AQUÍ VA! – Grito Kakarotto.
-          ¡Huhg! – puse todo mi esfuerzo en levantarme, pero mis brazos no pudieron levantar mi peso.
-          ¡Vegeta! ¡¿Qué estás haciendo?! ¡te dije que te apartaras!
-          ¡No molestes! – le conteste mientras use toda mi fuerza para mirar hacia arriba - ¡¿Qué no vez que mi cuerpo no se mueve?!
-          ¡Haz todo lo posible por alejarte de Majin Boo! ¡Si no tú también recibirás el ataque!
-          ¡CALLATE IDIOTA! – grite - ¡No te preocupes por mí y lánzala! – apenas pudiendo moverme unos centímetros, aporre el suelo con mis puños - ¡Maldición! – no quería que acabara así, recién había vuelto a la vida… pero no había opción.

De repente sentí un fuerte golpe en la espalda mientras trataba de arrastrarme boca abajo; era Majin Boo… ese miserable había entendido lo que pasaba, Kakarotto no lanzaba la Genki Dama para darme oportunidad de escapar y ese gusano me estaba usando de rehén

-          ¡Se supone que eres un guerrero saiyajin de sangre pura! ¡actúa como tal! – le ordene.
-          ¡Pero es que…! – musito Kakarotto.
-          ¡Te matare! – Exclamo de repente Majin Boo con su aguda voz de niño antes de empezar a dispararle ráfagas de energía.

El maldito de Majin Boo ni siquiera estaba atacando a Kakarotto con toda su fuerza, solo le lanzaba proyectiles de energía sin parar para infringirle dolor; y yo ahí estaba tan inmovilizado como Kakarotto sin poder hacer nada en contra de esa bestia.

-          ¡Goku! ¡Costo mucho crear esta Genki Dama! ­– resonó la voz de Kaiou sama desde el otro mundo - ¡Si tu mueres todo esto será en vano! ¡arrójala!
-          ¡Ja Ja! – Majin Boo formo una esfera de energía encima de su cabeza y se dispuso a lanzársela a Kakarotto.
-          ¡Ya no puedo más! ¡Discúlpame Vegeta! – se lamentó Kakarotto resignado a darle fin a esto a pesar de las consecuencias.
-          … - Cerré los ojos y apreté los puños y dientes preparándome para morir otra vez.
-          ¡Gyah! – de repente una enorme masa rosa arrollo a Majin Boo haciéndole perder el equilibrio tirándolo al suelo, su ataque salió disparado sin rumbo y se estrelló a lo lejos.
-          ¡Satán! – era el Majin Boo gordo que había salido de quien sabe dónde y ahora retenía al otro con su peso. Apenas de mi cuenta de lo que pasó cuando alguien me levando y me puso sobre su hombro para cargarme y llevarme lejos.
-          ¡Vamos! ¡¿qué esperas?! ¡Acaba con el de una buena vez! – grito mi rescatista, era Mr. Satán.
-          ¡MR. SATAN! ¡ME TIENES SORPRENDIDO! ¡DE VERDAD TU ERES!... – grito Kakarotto mientras tomaba impulso para lanzar la Genki Dama - … ¡EL SALVADOR DEL UNIVERSO! ¡¡MUERE MAJIN BOO!! – ordeno Kakarotto al demonio al momento de lanzarla.

La Genki Dama avanzo implacablemente hacia el suelo ante el asombro de Majin Boo; este trato de detenerla lanzándole sus poderes sin éxito, la gigantesca esfera de energía hizo contacto con la superficie del planeta supremo, pero de pronto su andar se aminoro hasta detenerse. Por imposible que pareciese Majin Boo estaba deteniendo el avance de la Genki Dama con sus propias manos.

-          ¡Kakarotto! ¡¿Qué esperas?! ¡Acabalo! – le grite mientras me sostenía de Mr. Satán para mantenerme en pie ahora que estábamos fuera del camino de la enorme esfera.
-          ¡RAYOS! ¡Es que ya no me quedan fuerzas!
-          ¡Claro! … dije al entender lo que pasaba – hice mal los cálculos… Kakarotto no tiene fuerza para lanzarla por completo… -si fuera cual quier otro ataque no habría problema, pero mover una cantidad tan grande de energía a voluntad, más aun, no siendo la propia y enfrentando a la resistencia que le oponía Majin Boo requería de una gran cantidad de Ki propio - ¡Debemos hacer algo!

Con un monumental esfuerzo, Majin Boo empezó a empujar la Genki Dama en contra de Kakarotto, avanzando paso a paso; el choque entre las dos fuerzas estaba haciendo que el planeta entero se sacudiera y la tierra se fracturara con cada paso de Majin Boo. La fuerza de ese monstruo era descomunal, si tan solo hubiera una manera de que Kakarotto se volviera más fuerte… entonces un rayo de genialidad golpeo mi mente, si había una manera.
-          ¡Dende! – Llame al joven Namekuseijin mirando al cielo - ¡incrementa los poderes de Kakarotto! ¡es lo que necesita!  - Si el supremo Kaiou sama traía a Dende, él podría ayudar a Kakarotto.
-          ¡Lo siento Sr. Vegeta hemos usado todas nuestras fuerzas y no podemos ir hasta haya! – Contesto Dende con pesar.
-          ¡Demonios! ¡No nos queda más que arriesgarnos! – mire a Mr. Satán y con esfuerzo lo jale para que me mirara - ¡Satán! ¡Necesito que le pidas a los terrícolas que nos den más energía! ¡incrementáremos el poder de la Genki Dama para aplastar a Majin Boo! ¡Hazlo ya!
-          ¡Espera! ¡no puedes hacer eso Vegeta! – clamo Kaiou sama para detenernos - ¡ninguno de ellos se ha recuperado aun! ¡si les pides más energía podrían morir!
-          ¡Cierra la boca Kaiou! ¡mientras Majin Boo siga con vida tarde o temprano los matara! – me separe de Mr. Satan di unos pasos tambaleándole para verle de frente - ¡Adelante! ¡Tienes que fortalecer la Genki Dama! – le exhorte.
-          De… de acuerdo… tienes razón, los llamare una vez más para que nos ayuden – respondió cediendo a mi petición mientras miraba al suelo.
-          ¡No te atrevas Mr. Satán! – le rogo Kaiou sama.
-          … puedo hacerlo… porque todo esto… - balbuceó Mr. Satán dejándose caer de rodillas, y luego me miro a los ojos - … porque todo esto ¡es un sueño!
-          ¡¿Qué dijiste?! – ¿de qué demonios estaba hablando ese idiota?
-          … pero no lo es ¿verdad?... por imposible que parezca esto es realidad… - de repente la convicción que había mostrado antes desapareció de sus ojos - ¡discúlpame pero no puedo hacer algo que acabaría con la vida de los terrícolas!
-          … - me acerque a él y lo sujete de su dougi café para levantarlo y verlo cara a cara - ¡Escucha sabandija! Aun si mueren podemos revivirlos con las esferas del dragón… además aún tenemos el tercer deseo para… - lo había olvidado por completo - ¡es cierto! ¡Dende! ¡aún nos queda el tercer deseo! –justo en ese momento Majin Boo logro devolverle la Genki Dama a Kakarotto y parecía que no había salvación.
-          ¡Sr. Goku! ¡Con el tercer deseo hemos pedido que recupere su energía! – Dijo entonces Dende.

Pude sentir como el Ki de Kakarotto volvió a incrementarse y este se transformó en súper saiyajin justo a tiempo para detener la esfera de energía. La cara de Majin Boo se llenó de incredulidad mientras la Genki Dama se cernía sobre el nuevamente. Por un momento me pareció que Kakarotto le decía algo, pero en medio del estruendo de la Genki Dama no pude escucharlo bien, solo alcance a leer en sus labios “Adiós Majin Boo” antes de que se despidiera de el con una seña de dos dedos. Mi voz se unió a la de todos sus amigos cuando finalmente lanzo la bomba de energía en contra de aquel terrible enemigo - ¡Kakarotto! ¡Lo lograste! – En un estallido de luz, la silueta de Majin Boo se hizo pedazos, no como tantas otras veces en esta batalla, sino que sus trozos fueron borrados por completo hasta que su ki dejo de sentirse.

Cuando el cegador brillo de la explosión y el ruido que la acompaño cesaron, todo lo que quedo fue el camino que la Genki Dama había surcado en la tierra, dejando una cicatriz en el planeta supremo como un monumento al esfuerzo combinado de todos nosotros. Kakarotto estaba  aún en el aire, deshizo su transformación  y descendió lentamente hacia donde estábamos Mr. Satán y yo.

-          ¡Miserable!... nos tenías en suspenso – me queje mientras lo último de fuerza abandonaba mi cuerpo, así que me deje caer rendido al suelo.
-          … - Kakarotto levanto un pulgar en hora buena y yo hice lo mismo.
-          ¡Je! – le sonreí y le extendí mi brazo con el pulgar levantado como si así lo premiase y el hizo igual. Agotado, Kakarotto se sentó en una roca.
-          Lo… lo lograste… - comenzó a decir Mr. Satán – Venciste a Majin Boo…. – Kakarotto lo miro y le sonrió a manera de afirmación - ¡A Ja ja ja ja! ¡Escuchen habitantes de la tierra! ¡Les habla e, campeón de las artes marciales, Mr. Satán! – anuncio mirando al cielo - ¡Les tengo una buena noticia! ¡El terrible Majin Boo acaba de morir!
-          ¡Sí!
-          ¡Qué bien!
-          ¡Satán! ¡Satán! ¡Satán! – los gritos de Júbilo y porras para el héroe no se hicieron esperar.
-          ¡Por eso te amo Vegeta! se escucho de la voz de mi Bulma de entre la multitud, haciendo que me sonrojara un poco sin poder evitarlo.

Trate de levantarme, pero tan solo al dar unos pasos me desplome cayendo sobre mi trasero, mi vida no corría peligro, pero no estaba en condiciones de moverme; entonces una luz verde y cálida me envolvió llevándose el dolor y el cansancio, mire el hacia el origen de la luz y vi a Dende, de tras de él, vi a Kakarotto sonriendo con tranquilidad en mi dirección, mas allá los supremos Kaiou samas se acercaban a él. Luego de terminar de sanarme, se encargó de las heridas de Kakarotto.

-          Gracias Dende – le agradeció.
-          ¡Pero si es Boo! – grito Mr. Satán con su vozarrón.
-          ¡¿QUE?! – me gire con terror haca donde provenía la voz de aquel insecto temiendo que Majin Boo siguiera con vida.

Y en efecto, vi a Mr. Satán y a su cachorro, el cual aún no tengo idea de donde salió correr en dirección a Majin Boo, el Majin Boo gordo que yacía tendido a unos 20 m de nosotros. Nos aproximamos con cautela y curiosidad  mientras Mr. Satán lo examinaba y tras unos segundos declaro que aún seguía con vida, para luego pedirle a Dende que lo curase también.

-          ¡NI DE BROMA! – negué rotundamente - ¡El no merece vivir! ¡QUITATE! ¡yo mismo me encargare de eliminarlo! – después de todo ese era el Majin Boo contra el que había perdido mi vida. Inmediatamente extendí mi mano para disparar un Big Bang Attack en cuanto ese mequetrefe se moviera.
-          ¡No! ¡Por favor no lo mates! – Rogo Mr. Satán - ¡él no es malo! ¡el solo hizo esas barbaridades porque esos villanos lo obligaron!
-          ¡Necio! ¡¿Por qué no quieres entender?! – comencé a replicar - ¡¿Qué haremos si otra vez nace ese Majin Boo malvado?! ¡¿Qué tal si es más fuerte que el anterior?!
-          ¡Pero es que..!
-          ¡Entonces será el fin del mundo! Y no bromeo, Hay que eliminarlo, es la mejor elección… ¡¿Te quedo claro?!
-          ¡Él se hizo malo porque unos estúpidos mataron a este inocente perro! – explico señalando al cachorro detrás de el - ¡Te lo ruego no le hagas nada! ¡yo cuidare de el en mi casa! ¡yo me hago responsable de el!
-          ¡¿Qué vas a cuidarlo?! ¡No me hagas reír! ¡¿Cómo Vas a hacer eso si no tienes los poderes para detenerlo?! ¡Hazte a un lado! ¡¿O quieres morir justo con él?!
-          ¡Aahhh! – Mr. Satán cerro los ojos aferrándose al cuerpo de Majin Boo como si esperase lo peor, no podía negar su resolución.
-          ¡Quítate!... ¡Insecto! – Estaba a punto de disparar cuando Kakarotto interrumpió.
-          Dende… cura a Majin Boo por favor – pidió con tranquilidad al dios de la tierra.
-          ¡…! ¡¿Qué?! ¡¿Qué dijiste?! – se  había vuelto más idiota con tantos golpes en la cabeza o ¿qué? - ¡No seas tonto!
-          ¿Por qué no lo dejas en paz Vegeta?... Majin Boo y Mr. Satán pusieron de su parte en esta pelea, si ellos dos no hubieran estado, en estos momentos estaríamos muertos o ¿no?
-          ¡Argh! – eso no podía negarlo, mire a Mr. Satán, de verdad parecía convencido de sus palabras.
-          Además si algo sucede, tan solo tenemos que pelear, pero esta vez entrenaremos tanto que ninguno de nosotros perderá – antepuso Kakarotto
-          Sin embargo… - dijo Shin – no es bueno que Majin Boo viva con ustedes en la tierra, todos los terrícolas recuerdan el terror de cuando los ataco.
-          ¡Claro que no! – objeto Kakarotto – si Majin Boo se queda escondido 6 meses, las esferas del dragón volverán a aparecer y le pediremos a Shen Long que borre esos malos recuerdos de las mentes de todos y asunto arreglado.
-          ¡Vaya, vaya! Otra vez abusando de esas esferas – se quejó el anciano dios.
-          ¿Qué te parece eso Vegeta? – viendo que no cambiarían de opinión, baje mi mano y desiste.
-          ¡Hump! ¡Hagan lo que quieran! ¡Pero luego no vengan a quejarse conmigo!
-          ¡Muchas gracias! ¡De verdad se los agradezco mucho! – dijo Mr. Satán conmovido hasta las lágrimas.
-          Anda Dende… Cúralo – pidió Kakarotto nuevamente y Dende accedió gustoso.

Una vez que sanaron a Boo, Mr. Satán le explico lo que sucedería, este aunque no pareció entenderlo del todo acepto feliz irse a vivir con Mr. Satán; Shin nos tele transportó al templo de Kami sama, donde los demás nos recibieron con gusto, la familia de Kakarotto derramo lágrimas de felicidad al saber que este volvería a vivir con ellos ahora que había revivido, Mr. Satán se reencontró con su hija y Bulma y Tunks me abrazaron hasta que se volvió incómodo. Por supuesto todos se sorprendieron al ver al Majin Boo gordo con nosotros, pero Kakarotto explico lo ocurrido, y a regañadientes aceptaron  su plan para borrar la mente de los terrícolas.

¡Ahhh pero que cansado estoy! Creo que iré a comer algo, pensándolo bien, veré si Bulma quiere ir a comer fuera, después de todo hace rato que no vamos a su restaurante favorito.



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