20 de Noviembre 791
El ambiente en el
templo de Kami sama era de un júbilo total; la familia de Kakarotto no dejaba
de sonreír entre lágrimas por tenerlo de vuelta entre los vivos, Goten en
especial parecía el más entusiasmado con la idea de por fin poder vivir con su
padre. Gohan por otro lado tenía que repartir su atención entre su familia, Piccoro
y Dende y aquella joven llamada Videl y su padre Mr. Satan el cual si bien
estaba alegre no parecía muy contento de que tuviese un “pretendiente”, aunque pareció
empezar a cambiar de opinión y sobre todo su actitud se volvió muy humilde al
enterarse de que no solo era hijo de Kakarotto, sino que además era aquel joven
que había derrotado a Cell 7 años atrás.
-
Oigan, y
en ¿dónde está Dabura? – pregunto Bulma de pronto.
-
¿Dijiste
Dabura? – respondió con una pregunta Krillin, en su voz se notaba un tono de
alarma.
-
Si, ese
hombre que era secuaz de Babidi, estaba con nosotros justo antes de revivir.
-
¡Ah, es
cierto! ¡Ahora lo recuerdo! – agrego Videl – ese Sr. Fue muy amable.
-
Tienes que
estar bromeando – sugirió tajantemente Piccoro.
-
¡Oh no! – intercedió
Milk – Cuando estábamos en el otro mundo nos lo encontramos e incluso nos ayudó
a buscar a Gohan y a los niños, aunque no pudimos encontrarlos.
-
Vaya, pero
que curioso… - comento Kakarotto.
-
Daburas
era el rey del inframundos – interrumpió Mr. Popo – aun si se arrepintios debe
pagar una condenas por sus acciones.
-
… - Lo que
dijo Mr. Popo me dejo pensativo, entonces yo tampoco debería haber revivido.
-
Aun así,
es increíble que alguien como Dabura se haya vuelto bueno – agrego Gohan - ¡me
da mucho gusto!
El pensamiento de que
mi presencia entre los vivos estaba de más comenzó a asaltar mi mente. Más aún
porque a pesar de haberme arrepentido por mis recientes actos, después de ver
la otra cara de la humanidad sentía deseos de mandarlos al infierno nuevamente;
de todos los habitantes de la tierra, solo un puñado me importaba lo suficiente
como para volver a defender este planeta, a parte de mi familia claro está. De
pronto, una mano se posó suavemente sobre mi hombro derecho.
-
… - Al
voltear me encontré el rostro sonriente de Bulma, sus ojos azules estaban
vidriosos con sus lágrimas contenidas – este es tu lugar… - me dijo suavemente.
-
… - ¿Cómo
lo hacía? Luego de algunos años tras la batalla de Cell, esta aprendió a leer
mi mente basándose en la más mínima expresión – lo sé – le respondí
devolviéndole la sonrisa.
Cuando todo mundo
termino su breve celebración, cada quien tomo rumbo de vuelta a la vida que
habían dejado atrás al iniciar toda esa locura. Krillin, su esposa y su hija
volvieron a Kame House junto con el maestro Roshi; Mr. Satan y Videl volvieron
a ciudad Satan, donde seguramente estaban preparando un desfile para “el héroe
de la tierra”, Kakarotto y su familia volvieron a su hogar usando la tele
transportación de Kakarotto; Piccoro, Dende y Mr. Popo permanecieron en el
templo de Kamisama, después de todo no había mejor lugar para ellos. Mi familia
y yo nos dispusimos a partir cuando de pronto Piccoro me detuvo.
-
Oye
Vegeta…
-
¿Hmmm?
-
… Es bueno
tenerte de vuelta entre los vivos, aprovéchalo esta vez. – Dijo soriendo levemente.
-
¡Bah! Como
si fuera tan fácil mantenerme en el infierno – le respondí mientras me daba la
vuelta.
La vedad era que yo
también me alegraba de haber vuelto a la vida, en algún momento durante la
batalla me había resignado a la breve existencia que se me había dado para
combatir contra aquel monstruo, pero ahora la sensación de mi corazón latiendo
y mis pulmones llenos de aire eran tan gratificantes como lo eran las muertes
de mis enemigos en el pasado… cuanto había cambiado desde aquel entonces, quien
hubiera imaginado que algún día habría luchado hasta la muerte por proteger un
planeta que yo mismo estuve a punto de hacer estallar alguna vez.
Dado que Bulma no
podía volar decidimos partir en uno de sus aviones, tras expulsarlo de la
capsula, el robusto avión estuvo listo para despegar en pocos minutos. Bulma y
Trunks se despidieron de los residentes del templo, yo simplemente les hice una
sella con la mano; durante el trayecto Trunks estuvo hostigándome con preguntas
acerca de la pelea.
-
¿Y cómo
venciste a Majin Boo?
-
…
-
¿De verdad
destruyo la tierra?
-
…
-
¿No trato
de convertirte en dulce para después comerte?
-
…
-
¿Y tú
también te transformaste en Súper Saiyajin fase 3?
-
¿Qué? – a
diferencia de sus otras preguntas esa si llamo mi atención.
-
El sr.
Goku puede transformarse en Súper Saiyajin fase 3, seguramente tú también puedes,
yo puedo pero solo si me fusiono con Goten.
-
¡Ah! Ahora
lo recuerdo, lo vi en los recuerdos de Kakarotto.
-
¿Qué? –
pregunto Bulma volteándome a ver desde su asiento - ¿de que estas hablando?
-
… -
Aparentemente ellos no lo sabían, sin poder marchar atrás y sonrojándome un
poco tuve que responder - … yo… me fusione con Kakarotto.
-
¡¿Enserio?!
– pregunto Trunks emocionado - ¿entonces tú también aprendiste la Danza
Metamorph?
-
¡Naa! Yo no
ando haciendo esas ridiculeces, usamos unos pendientes especiales que el
supremo Kaiou sama de hace muchas generaciones le dio a Kakarotto.
-
¿Unos
pendientes? – pregunto Trunks sumamente extrañado.
-
Eso me
recuerda Bulma, ¡ni se te ocurra dejar que Kakarotto te tome fotografías! – Le indique
a mi esposa tajantemente.
-
¡¿Qué?!
Decidí no darle más
explicaciones a Bulma sobre aquel trato que había hecho Kakarotto con aquel
anciano, aunque no pareció entenderlo del todo accedió a mis condiciones. Por su
parte Trunks siguió preguntando todo el camino acerca de la pelea con Boo;
estaba especialmente intrigado acerca de nuestra fusión, le di algunos detalles
a regañadientes, pero no más que eso, si no tuviese que fusionarme con ese
tonto nunca más, sería demasiado pronto, había disfrutado del poder otorgado a
mi cuerpo al ser parte de Vegetto
pero no quería que mis pensamientos se volvieran a mesclar con los de Kakarotto
de nuevo.
En tan solo un par de
horas llegamos a la corporación capsula, en el jardín el Dr. Briefs y su esposa
nos recibieron agitando los brazos en el aire al vernos aterrizar. La madre de
Bulma Colmo a su hija y su nieto de besos y abrazos tan pronto como bajamos del
avión, incluso a mí me tocaron algunos, por otro lado el padre de Bulma nos sonrió
como siempre con un cigarrillo bajo su espeso bigote y su gato negro al hombro,
debo admitir que una parte de mí se alegró mucho de volverlos a ver. Mire a mi alrededor,
los amplios jardines, el color amarillo del domo de la casa, el barullo de los
autos pasando por la avenida y los rostros sonrientes de mi familia, estas eran
las cosas por las que arriesgue mi vida, por las que sacrifique mi vida y
reclame mi alma después de habérsela vendido a Babidi. Que importaba si
Kakarotto era más fuerte, o que pudiera transformarse en súper saiyajin fase lo
que él quisiera que fuese, había vuelto a la vida, mi vida y no lo cambiaría
por todo el poder del universo.
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